Anécdotas antárticas de la Base Artigas y sus alrededores
"El Peñón de Cappi"
Por Waldemar
Fontes
Mayo 2010
Frente a la Base Científica Antártica
Artigas, a unos 400 metros de la playa rumbo al sur, hay un peñón que es
representativo del paisaje que se aprecia desde allí.
Este peñón, es conocido por los más antiguos,
como “el peñón de Cappi” y su nombre surge de una anécdota que se ha trasmitido
oralmente y que tenía varias versiones.
La más difundida, seguramente por ser graciosa, decía que
Cappi había llegado hasta allí un día de marea baja y al subir ésta, quedó
aislado…
Otra versión decía que había llegado en un bote y hubo que rescatarlo.
Otra versión decía que había llegado en un bote y hubo que rescatarlo.
En definitiva, el nombre del peñón surgía
de una historia real y quisimos saber cuál era la versión correcta, así que
fuimos a la fuente y le preguntamos al Coronel (R ) Heber Cappi, pionero
antártico y jefe de la Base Artigas en 1986 durante la primera invernada, quien nos contó lo que realmente
sucedió.
Según su relato, era en enero o febrero de
1985. La base recién se había
establecido y se contaba con dos botes Zodiac, los cuales eran el medio de
transporte que más utilizaban.
Dichos botes eran tripulados por el personal de la base, quienes a pesar de no ser marinos, habían tenido entrenamiento como patrones de bote y los empleaban habitualmente como medio de transporte desde nuestra base hasta la base chilena o la rusa.
Dichos botes eran tripulados por el personal de la base, quienes a pesar de no ser marinos, habían tenido entrenamiento como patrones de bote y los empleaban habitualmente como medio de transporte desde nuestra base hasta la base chilena o la rusa.
En una de esas actividades, el Comandante Cappi
venía navegando de regreso a la base Artigas y lo esperaba en la playa el
soldado Corrales, listo para recibir el cabo.
Cappi se aproximaba a la costa, enfiló el
bote y cuando llegaba a la playa levantó el motor y tiró el cabo… pero una ola lo movió en la rompiente y Corrales no lo pudo tomar.
Cappi, que iba solo en el bote, quedó a la deriva y trató
encender el motor de nuevo, pero por más que intentó, no pudo lograrlo.
El Zodiac comenzó a derivar aguas afuera y no
había manera de sacarlo hacia la playa, así que viendo que la única salvación
sería llegar al peñón, remó hasta la escarpada roca y logró amarrarlo a
una saliente.
Luego como pudo, se trepó
al peñón y una vez a salvo, quedó allí esperando al segundo bote, que venía por
la misma ruta.
El otro bote era tripulado por el mecánico “Cacho”
Martínez, quien al virar rumbo a la base, con gran sorpresa vio al Comandante Cappi parado sobre el peñón...
Transcribimos palabras textuales del Cnel.
Cappi:
“…de esto doy crédito, es que desde el lugar en que me encontraba no le hice señas a nadie para que me rescataran... yo simplemente sabía que había una embarcación afuera y que la misma, al regresar, necesariamente iba a pasar por mi frente y a mi lado.
Usted podría quizás agregar, porque es cierto y la verdad que sudé bastante, es que no me fue fácil llegar al peñón... el viento y la marea me llevaban mar afuera y lo cierto es que apenas pude llegar al mismo que además, por su propia forma, no es de fácil arribo”.
“…de esto doy crédito, es que desde el lugar en que me encontraba no le hice señas a nadie para que me rescataran... yo simplemente sabía que había una embarcación afuera y que la misma, al regresar, necesariamente iba a pasar por mi frente y a mi lado.
Usted podría quizás agregar, porque es cierto y la verdad que sudé bastante, es que no me fue fácil llegar al peñón... el viento y la marea me llevaban mar afuera y lo cierto es que apenas pude llegar al mismo que además, por su propia forma, no es de fácil arribo”.
Para el momento en que el bote de Martínez
se acercaba al peñón, ya toda la dotación de la base estaba en la costa viendo
cómo podrían ayudar.
Según contó Martínez, ese día y a
consecuencia de la mojadura de la navegación, sufrió un serio enfriamiento y
principio de hipotermia.
Es de hacer notar que en ese tiempo no
contaban con trajes anti exposición y la ropa de abrigo que usaban no era la
más apta para soportar las salpicaduras del mar.
Cerrando la anécdota, los dos botes y sus
tripulantes, lograron por fin llegar a la playa y los pudieron sacar del agua,
sin mayores consecuencias, pero dando origen a una leyenda de esas que se
transforman luego en historia.
Ese fue el origen del nombre: “Peñón de
Cappi”.
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Proyecto:
Crónicas del Uruguay y la Antártida
En esta obra se relatan en forma de crónicas, historias y hechos que vinculan al Uruguay con la Antártida.
Escrito por Waldemar Fontes – http://lodewafo.blogspot.com/
con el apoyo de la Asociación Civil Antarkos
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