sábado, 28 de julio de 2018

Jorge Nusa, su legado antártico


Esta crónica fue preparada para “Proyección a la Antártida” del programa Proa al Mar del sábado 28 de julio de 2018, trasmitido por Radio Uruguay


Jorge Nusa en la BCAA en el invierno 2011

Homenaje a Jorge Nusa y su legado antártico

por Waldemar Fontes


El 17 de marzo de 2017 recibíamos la triste noticia del fallecimiento de Jorge Nusa, reconocido meteorólogo, docente, comunicador y excelente persona, quien se fue dejando un enorme vacío, pero también una vasta trayectoria y un legado que será recordado por siempre. 

Jorge Enrique Nusa Albertoni, había nacido en Montevideo el 16 de noviembre de 1965, en la zona de Belvedere, Estudió en el Liceo 2, en el Miranda y en el Liceo 22 de La Teja donde luego volcó muchos de sus aportes 

Ingresó en la Dirección Nacional de Meteorología, dependiente entonces del Ministerio de Defensa Nacional revistando con el grado de Sub Oficial Mayor Equiparado, donde se desempeñó como Jefe Técnico del Centro Nacional de Meteorología y como Director de la Escuela de Meteorología del Uruguay 

En noviembre de 2013, por la Ley Nº 19.158 se creó el INUMET (Instituto Uruguayo de Meteorología) donde Jorge Nusa, pasó a cumplir funciones. 

Trabajó también en la Corte electoral. Estudió Geografía en Instituto de Profesores Artigas (IPA) y se desempeñó como comunicador en la radio El Puente FM 103.3 y en otros medios. 


Jorge Nusa en El Puente FM en agosto 2016
foto de Pablo Rivero

El 21 de julio de 2018, cuando la radio El Puente FM festejó los 24 años de existencia, los compañeros y familiares más cercanos de Jorge Nusa descubrieron una placa en su honor, dándole su nombre a la sala de producción y de reuniones de la radio. 

En esa misma zona de La Teja, fue donde en 1968, el profesor Musso había fundado el Instituto Antártico Uruguayo y por esa razón, queriendo dar continuidad a esa utopía, en esta crónica queremos homenajear a Jorge Nusa, recordando algunas de sus vivencias en la Antártida, donde se desempeñó como meteorólogo de la dotación Antarkos 27 en el invierno de 2011, contagiándose del espíritu antártico, para transformarse en un activo colaborador del programa radial Proyección a la Antártida y de la revista Copos de Nieve.


Leamos algunos fragmentos de los textos que nos dejó: 

En Copos de Nieve - Nº 32 - Junio 2011 escribía:

Me considero, de una manera u otra, un científico. Entre otros, Chuck Doswell, estadounidense, un "as" de la meteorología, defiende el hecho de que los meteorólogos operativos seamos eso: científicos. Compartimos estos conceptos con colegas, mientras desde el mundo "académico", algunos "puros" insisten en dejar la ciencia tan alta que apenas la podemos ver... 

También me considero un tipo informado y formado, con valles y crestas como todo el mundo. En estos temas mi mente está abierta. Ahora bien, trato de no confundir los procesos naturales del Universo con otra cosa. 

Los procesos naturales implican también las consecuencias de los actos del hombre en la tierra, un ser natural generando sus cosas e impactando en el planeta. Como lo hace un castor cortando el cauce de un río, o una corriente marina muy cálida matando pichones de pingüinos por súbito contraste térmico.  Ahora, sobre una tormenta solar, natural episodio del desarrollo de una estrella del tipo espectral G2 como es nuestro Sol, difícil que sea el hombre culpable. 

Las consecuencias en el campo magnético de la tierra son la reacción a esa acción que se desarrolla a 150 millones de kilómetros de nosotros. Una erupción volcánica o un terremoto, vinculadas o no a un aumento de la actividad solar, de última también son procesos naturales que siempre han ocurrido y que ahora tienen más prensa, seguidores y buscadores de mitos... 

Lo que quiero aceptar es que el futuro nos puede deparar sorpresas y explicaciones que siempre aspiro que sean para bien. Hace 500 años si un tipo aparecía con un GPS en la Santa María de Cristóbal Colón podría pasar por brujo o algo parecido. 

Si mi vieja viviera y pudiera ver que en el 2011 puedo comunicarme a través de una computadora desde la Antártida con el resto del planeta (y aledaños si me pusiera a chatear con la tripulación de la Estación Espacial Internacional)...uyyy, no lo podría creer… 

En todo caso, lo que deberíamos aprender (obsérvese mi escepticismo con el manejo del condicional) es el COMO manejamos las herramientas para no seguir depredando nuestra "nave espacial", como han llamado varios a la Tierra, única y finita... 

Y adornaba sus reflexiones con unos versos en prosa que decían 

Ya casi un mes....Hoy, es especial. Como ayer y ante ayer, y mañana y pasado, y.... 
Nieve lenta, nieve mansa, nieve brillante, leve, mansa, lenta...   
casi flota, cero viento, viento cero. 
Suena otra vez atronador el silencio. 
Casi se puede volar entre los cerros nevados, las sombras no son fantasmas...
El zumbido lejano del generador, casi imperceptible, nada más.. 
No hay olas. En la playa helada no se siente el mar. Solo faltan las estrellas... 
¿Vienes? 
Ven que la madrugada está fresca y joven, quédate un rato que cuando despiertes ya estarás de nuevo en tu cama, en la rutina montevideana, en la ciudad lluviosa con el otoño batiéndose en retirada. 
Aquí el invierno se resiste, no quiere venir, apenas debajo de la congelación el agua está indecisa...
Sabemos que todo está más blanco, que cuando el tenue sol salga será un tiempo más blanco... 

De tocar el cielo con las manos, palomas nocturnas y ecos... 

de Jorge Nusa Albertoni, el Viernes, 08 de julio de 2011, publicado en Copos de Nieve - Nº 33 - Agosto 2011 

Diez grados bajo cero. Como anoche. ¿Valen palomas antárticas en vuelo nocturno por estrellas fugaces? Me parece que alguna de esas luces en el firmamento eran los animalitos planeando en la madrugada. Qué lindo ser una paloma antártica. El bicho va volando por la inmensidad de la isla, sabedor intuitivo que la inversión térmica hasta cierta altura hace potable la temperatura y que puede volar a sus anchas. A sus anchas por aquí y por allá... 

La vista se acostumbra, como nos pasó en la madrugada anterior en los cerros. 

Nos fuimos en patota, éramos cinco. Fuimos a la cima de un humilde cerro de la entrada de la Base, donde está el cartel con la bandera bicolor y el sol en el extremo superior derecho. 

Unos 35 metros sobre el nivel del mar, entre el camino hacia Frei y Bellingshausen y el lago Uruguay. Allá vamos, caminando en la oscuridad luminosa...Sin contradicción porque es así: una oscuridad luminosa. 

Cientos de millones de estrellas son nuestras linternas, algunas que ya no existen o están en otro sitio o eran jóvenes hace cien años. Nos iluminan. Nebulosas, cúmulos globulares, galaxias tan lejanas, gas, polvo brillante, planetas escondidos... Otra noche con la Vía Láctea abrazadora y maternal. ¡¡Señores, ahí está, ahí, el centro de la galaxia entre Escorpio y Sagitario!! 

El centro mismo de nuestra casa galáctica!!!. El Escorpión caminando por la bóveda celeste!!! 

Cada pequeña constelación del sur que ubico, me emociona. La mosca, el camaleón, el triángulo austral, la corona australis, ¡¡Lobo, esa constelación es la tuya, la del Lobo!!... la perpetua Cruz del Sur. Si, mirá, si extendés el palo mayor de la cruz hacia esa estrella que es Achernar del Eridano, a mitad de camino, está el Polo Celeste Sur. 62º por encima del horizonte. Y si proyectás una línea hacia el horizonte, desde ese punto, te topas con el Sur geográfico. 

Solo cuatro años luz para llegar a esa estrella, que son tres, Alfa del Centauro...Esa luz partió de la estrella hace cuatro años!! ¿Te imaginas? 

¿Que hacíamos un 7 de julio, hace cuatro años, una madrugada como esta?? 

Colores y formas, estrellas fugaces, las palomas antárticas del firmamento. ¡¡Miren!! Estiras la mano y atrapas un manojo de estrellas!!!. 

¿Qué otra cosa más que la emoción puede surgir, brindando con los compañeros, los "barra", "hombres antárticos", todos protagonistas privilegiados de la noche, la verdadera madrugada, la intensa?. 

Contrastando en el cielo, allí, el glaciar Collins. Del lado de la Bahía, las luces de King Sejong. (Quizás sea bueno pedirles a los colegas que también apaguen sus luces). Se recorta en el mar aun sin congelar la geografía de la bahía y las caletas. Y queda el sonido. Viene Arturo caminando, y esta como a cien metros y se escucha claramente sus pasos en la nieve granulada. ¡¡Y descubrimos el eco!!. Gritamos, saludamos a la noche. Se repite, se repite. Uno, dos, tres..."Pelado, apaga la luzzzz"...Se repite en la inmensidad.. una, dos, tres veces… Hay que tener cuidado pues quizás llegue a los chilenos y piensen que hay gente pidiendo ayuda!! 

Nos tiramos boca arriba en la nieve. Que buenos que son estos trajes de frio, los "Vikingo"...Y justo, tuve mi momento para recordar a Diego, que quizás de vez en cuando venga a visitarnos en estas noches. 

Y tuve un momento para mi vieja, para mis hijas, para mis queridos y queridas, para los amores pasados, para los amores perdidos, para los amores presentes y futuros... 

¿Cómo se puede combinar la paz con la excitación de estos momentos? 

No sé cómo, pero se puede. Se puede. 

Jorge Nusa en el parque meteorológico de la BCAA en 2011

Y queremos cerrar este homenaje a Jorge Nusa, con estos versos que escribió el Viernes, 02 de septiembre de 2011, publicado en la página 8 de Copos de Nieve - Nº 34 

Si se fuera la nieve.... 

El viento norte nos agobia desde hace días. 
Le va ganando el sobre cero al bajo cero... 
La nieve se resiste desde los "médanos blancos" que nos rodean, 
y en los cerros y en los caminos y en el glaciar y en la bahía y en el islote de Cappi... 


Cruje, grita...sigue gritando. 
La siento bajo mis pies.... 
El splash de los pedazos de hielo desprendiéndose a los gritos de las antenas y los tirantes.. 
La niebla va y viene, viene y va, con su primas la llovizna y la lluvia 

Si se fuera la nieve mañana... 
Si se fuera, es como si tú te fueras... 
Aquí no queremos que te vayas, 
Queremos que siga tu magia... 
Que siga el blanco de las noches y los días, habitando en esta isla de la Antártida.. 

Que vuelva el viento sur, que vuelva el frio... 
¿Te quedas? Aún no es tiempo. Aún falta... 
Ya habrá tiempo para rocas y barro... 
Si se fuera la nieve...es como si te fueras.


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Vaya nuestro homenaje a Jorge Nusa.
Los esperamos en #CronicasAntarticas por Radio Uruguay 

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