sábado, 21 de abril de 2018

Antecedentes de la fundación de la Base Artigas - parte dos


La denominación “Base Artigas” fue empleada por el Profesor Julio C. Musso en 1962, pero la idea de instalar una base antártica uruguaya, ya era manejando por el Capitán de Navío Carlos Travieso en los años 1954-1955.

En diciembre de 1984, Uruguay estableció su primera base en la Antártida, la Base Científica Antártica Artigas, pero para llegar a esa concreción, fue necesario recorrer un largo camino…


Antecedentes de la fundación de la Base Artigas - (Segunda parte) 
por Waldemar Fontes

Esta crónica fue preparada para “Proyección a la Antártida” del programa Proa al Mar del sábado 21 de abril de 2018, que se trasmite por Radio Uruguay.


En diciembre de 1984, Uruguay estableció su primera base en la Antártida, la Base Científica Antártica Artigas, pero para llegar a esa concreción, fue necesario recorrer un largo camino…

En una crónica anterior vimos que el Capitán Travieso mencionaba que Uruguay debía establecer una base meteorológica en la Antártida para contribuir a la seguridad hemisférica, en tiempos de la guerra fría, al finalizar la segunda guerra Mundial.
 



Por su lado el Profesor Musso, había mencionado en el año 1961 que debería establecerse una base uruguaya en la Antártida en la tierra de Coats, a la que llamaba Artigas. Pero aún faltaba mucho. 

Los proyectos del profesor Musso en la década de 1970  


En la Primera Convención Nacional Antártica, llevada a cabo en abril de 1970, el Profesor Musso, presentó el libro “Antártida Uruguaya” donde replanteaba la ubicación de una base antártica uruguaya en la Tierra de Coats, empleando la denominación “Base Artigas (futura estación científica uruguaya)”, publicando el mapa que mostraba la proyectada ubicación de la misma y agregaba nuevas ideas, las que quedaron reflejadas en las Actas de la Comisión Científica de la Convención.

Allí se mencionaba, que además de la base antártica, debía crearse, en el territorio nacional, una “Estación científica para servicios de la Antártida”, la que cumpliría funciones como centro de entrenamiento, depósito de materiales, alojamiento de expedicionarios, tanto uruguayos como de otros países, justificando la misma con extensa documentación.

Este proyecto, fue luego descrito en 1975, en la “Publicación Nº 18” del Instituto Antártico Uruguayo, aún bajo la dirección de Musso, donde se presentaban los planos y más detalles de esta estación, la que se ubicaría en terrenos del Castillo Pitamiglio, en el balneario Las Flores.
Volviendo a las Actas de la Convención de 1970, se proponía también la concurrencia a la Antártida, de una delegación de científicos para realizar trabajos de reconocimiento, según un informe presentado por la Comisión de Navegación, donde se recomendaba la “realización de campañas exploratorias en la Antártida por buques uruguayos como medio de cumplir lo expresado en los proyectos emanados de las diferentes comisiones y en vista de una radicación efectiva en el continente (construcción de refugios de verano y eventualmente de bases permanentes)”. 

Las propuestas y recomendaciones de la Convención de 1970, fueron recogidas en 1973, por el recién instituido Estado Mayor Conjunto (ESMACO), donde se había creado una oficina especializada para estudiar la temática antártica: el Comando Antártico Conjunto (COANCO).

El COANCO presentó un informe con sus primeras conclusiones, donde se expresaba, que en virtud de la necesidad urgente de tomar una decisión respecto a la forma en que Uruguay debería participar en la actividad antártica, se deberían realizar acciones concretas, previniendo el choque de intereses con otros países, asesorando a la Junta de Comandantes en Jefe en un documento fechado el 23 de enero de 1973, que debería apoyarse la propuesta de organizar una exposición científica antártica en Montevideo y afiliarse al SCAR (Comité Científico de Investigación Antártica) y al Tratado Antártico de 1959.

A partir de estas acciones, se debería tomar una decisión sobre cómo llevar a cabo la Expedición Antártica Uruguaya y cómo debería ser la integración oficial del Instituto Antártico Uruguayo.

En esa decisión, se analizaba la teoría de Musso, de ubicar la futura base uruguaya en la Tierra de Coats, desestimando esa región por su difícil acceso para los medios disponibles en el Uruguay en ese momento y por los conflictos internacionales que se podrían generar en virtud de los reclamos territoriales ya existentes de Argentina, Chile y el Reino Unido, sobre la región propuesta por Musso.

Por esas razones, se planteaba que la eventual estación uruguaya debería establecerse en una zona más hacia el Este, argumentando que un reclamo uruguayo sobre la Antártida debería extenderse entre los meridianos, 0º al 25º Oeste, desde el Polo Sur.

Mapa del informe del COANCO con el posible "Sector antártico del Uruguay" - 1973 

En 1974, aún bajo la dirección del Profesor Musso, el Consejo Directivo del Instituto Antártico Uruguayo, presentó en la Publicación Nº 17 del IAU, un ambicioso programa de actividades, que incluía desde la organización de conferencias científicas, hasta la instalación de la futura Base Gral. Artigas.

En este programa, para fines de 1975, preveían la zarpada de navíos de bandera uruguaya, coordinados por el COANCO, rumbo a la Antártida, a la vez que se iniciaba la preparación del personal que integraría la primera expedición, a desplegarse en enero o febrero de 1976.

Complementando esos planes, se preveía el embarque de científicos y exploradores uruguayos en buques antárticos de otros países.

Para 1976, se preveía la puesta en funcionamiento de la estación de apoyo en territorio nacional, que se había planteado antes, desde donde se prepararía la segunda expedición, que contaría con el aporte y experiencias de los expedicionarios que habían participado en la campaña anterior, alistando todos los medios para comenzar a finales de 1976, la campaña donde se comenzaría la construcción de la “Estación Científica Gral. José Gervasio Artigas”, en el Continente Antártico.

La propuesta era que inicialmente esa estación operara solo en el verano, previéndose que a partir de la campaña de 1977, se comenzara a trabajar en su ampliación para que operara todo el año, a partir del invierno de 1978, cuando se empezarían a realizar estudios científicos.

Durante 1977, se preveía analizar toda la información surgida de las campañas efectuadas y publicar los resultados, a la vez que se planteaba que el COANCO debería proporcionar el apoyo naval necesario para el aprovisionamiento marítimo de la estación con al menos dos buques y que debería analizarse la posibilidad de contar también con apoyo aéreo.

En 1975 el Instituto Antártico Uruguayo, pasó a depender del Ministerio de Defensa Nacional.

La nueva realidad administrativa, enmarcada en el gobierno de facto que regía al Uruguay desde 1973, produjo un importante cambio en el ritmo de las acciones del IAU y si bien su incorporación al Estado, le proporcionó medios y facilidades que de otra manera jamás habría obtenido, los planes y proyectos que se venían elaborando por autores como el Capitán de Navío Carlos Travieso y el Profesor Musso, fueron quedando de lado.

Una serie de tensiones entre la Armada Nacional con la Fuerza Aérea Uruguaya y el Ejército Nacional, originadas ante el relevo del Ministro de Defensa y la posterior renuncia del Contra Almirante Zorrilla en febrero de 1973, produjo tensiones que se mantuvieron latentes durante el período que duró el Proceso Cívico Militar, haciendo dilatar la participación de la Armada Nacional en la concreción de instalar la imaginada Base Artigas.




Pasados los años, la importancia estratégica del proyecto del profesor Musso fue revalorizada y si bien no se tomó en cuenta la propuesta original de ubicación de la base antártica que él planteaba, se siguió un proceso similar a lo proyectado en 1975, adaptándolo a la nueva realidad.

En 1980 se concretó el ingreso de Uruguay al Tratado Antártico y la aceptación de la normativa que ello implicaba, obligó a la República a involucrase seriamente, ejecutando acciones políticas y operacionales concretas, que relataremos en una próxima crónica.

Los invitamos a seguirnos en la parte 3 de esta historia.

Referencias
Ponencia: “Antecedentes de la fundación de la Base Artigas” por Waldemar Fontes, presentada en el XIII Encuentro de Historiadores Antárticos Latinoamericanos, realizado en Ushuaia, Argentina, del 28 al 30 de octubre de 2013.
Prof Julio C. Musso: "Antártida Uruguaya"  Ediciones El País, Montevideo 1970

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